martes, 29 de septiembre de 2015

Rituales de amarres y hechizos en los centros de esoterismo

Rituales de amarres y hechizos en los centros de esoterismo

Actualmente, el 90% de la población son muy fervorosas a trabajos rituales, asistiendo, de esa manera, a los centros de esoterismo con la necesidad de encontrar una ayuda y guía espiritual, además, de buscar una solución a sus problemas.

Por lo tanto, rituales como amarres de amor, amarres sexuales, gay, hechizos con magia negra o blanca, etc., son puestos en práctica, en estos lugares, por diferentes motivos en los que se puedan encontrar, sirviendo, en ello, como una luz de esperanza a sus vidas.

Existen, hoy en día,  casos de infidelidades, engaños, divorcios, que hay en las parejas, recurriendo, en ello, a poner en práctica estos conjuros con la necesidad de mejorar en su aspecto sentimental, haciendo que, además,  los chamanes también obtengan ganancias al realizar a diario estos trabajos rituales.

Para llevar a cabo, tanto los hechizos como los amarres, se necesita, comúnmente, de una serie de materiales, los cuales son esenciales para estos ritos, como, por ejemplo, claveles, rosas, sobretodo, de color rojo, además, de un cigarrillo, perfume, fotografía personal y una prenda de vestir.

Así mismo, es preciso recalcar que, al momento de empezar la sesión, se recomienda tener mucho cuidado, seguridad y, sobretodo, concentración, debido a los riesgos que pueda ocasionar, por ello, si desea hacer el mal a alguien, es primordial, saber por qué motivo se va hacer, dado que han existido situaciones, donde una vez hecho el mal a alguien, después, este, se arrepiente de haberlo hecho causándole consecuencias graves a la persona hechizada.

¿Qué síntomas puede presentar hacer estos trabajos?

Los daños más comunes que puede originar son la de causarle malestares en todo el cuerpo, llámese cuello, hombros, brazos, piernas, además, de dolores de cabeza, así mismo, también ocasiona tener un comportamiento realmente extraño con todos, inclusive, con sus familiares.

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